DANA podría ser un apodo, una palabra inocente, y no lo que realmente ha sido.

COVID, DANA, ciclogénesis… son nuevos nombres y nuevas situaciones para los niños y niñas de hoy.

Hemos visto imágenes tremendas estas últimas semanas; a mí me ha quedado grabada en la retina, sencilla pero devastadora al mismo tiempo.

Unas personas avanzan a duras penas por el centro de una avenida, con agua a la altura de la cintura, luchando contra la corriente. Una embestida de ésta, arrastra la mochila que una niña lleva a la espalda. La reacción de la niña es separarse del grupo para recuperarla, pero un movimiento rápido y firme de la que parece su madre, atrae a la niña hacia sí, con lo que la mochila se aleja a gran velocidad.

Supervivencia.

Todo lo que hasta ese momento era cotidiano y válido, se ve súbitamente alterado.

-Cuida tus cuadernos, tus libros, mañana tendrás examen y deberías estudiar. El estuche que pediste a los Reyes, las pinturas que te prestó tu hermano mayor… y no me las pierdas ni las rompas, te las dejo sólo hoy… Ese cuento que tan bonito quedó y pensabas leer en alto cuando empezó a diluviar… la flauta dulce.

Son sólo cosas, te dicen, como si las cosas no tuvieran importancia para ti. Son las cosas que te han acompañado este último tiempo, y abrigado tu día a día. Las que te han entretenido y serían tu refugio frente a los sollozos de tus padres, que te estremecen.

Y es que si hay algo que de verdad aterroriza, más que el llanto de un niño es el de un padre, el de una madre, el de un abuelo, el de una tía. El de un adulto que llora desconsoladamente, como una criatura.

Porque si llora quien nos cuida, quién va a calmar la angustia que se desata tras una mochila que se aleja, y que se lleva consigo lo que hasta entonces era nuestro mundo.

Fórum Infancias Madrid se solidariza con las poblaciones afectadas por la DANA, y quiere agradecer muy sinceramente la mano de esta mujer que agarra fuertemente a esta niña, y la rescata hacia lo único que de verdad importa, que es la vida. Gracias a esa mano y a las que reman y empujan, que levantan, que empuñan un cepillo, que acarician… Gracias a todas aquellas manos que, entrelazadas, te cuidan.

Albertina Galiano
Fórum Infancias Madrid