Hacer las cosas bien y ser persona

 

Por Mª Cruz Estada, Psicoanalista, miembro de Fórum Infancias Madrid.

Recibimos esta viñeta por Whatsapp y lo primero que nos produjo fue una sonrisa. No cabe duda de que la niña o niño que respondió al ejercicio está a la orden del día de los métodos de protección que hay que seguir para no contaminarse ni contaminar con el COVID19, y es evidente que eso le parece mucho más importante en estos momentos que cualquier demostración de urbanidad.

Su respuesta muestra también que no ha accedido plenamente a la metáfora, lo que en primero de primaria se entiende. Esa es la razón de que haya respondido con la inmediatez que supone el tema que ocupa a cualquier sociedad del mundo en este momento, en lugar de haber hecho un poco de cálculo de qué le estaría queriendo preguntar el otro en realidad.

Lo que nos ha preocupado son los enunciados que aparecen en lo alto de la página, “Identidad: hago las cosas bien” y “Ser persona”.

Empecemos por la identidad. Los psicoanalistas no nos ponemos mucho de acuerdo en si el ser humano en su proceso de maduración se hace con una identidad, o bien si se apropia de rasgos de las personas deseadas mediante el proceso de la identificación. Pero en cualquier caso, una identidad nunca tiene que ver con hacer las cosas bien o mal. Pensemos por ejemplo en Jack el Destripador. ¿Hacía las cosas bien? No. ¿Tenía identidad este asesino de mujeres? Sí, justamente con su ‘peculiar actividad nocturna’ se creó una identidad, un nombre: ‘destripador’ lo que quizá le sirvió a su vez para anudar algunas cosas en su cabeza y no enloquecer más aun.

El siguiente enunciado es del mismo nivel de embrollo, al confundir a la persona con la ciudadanía cívica. La palabra persona procede del latín y se refería a las máscaras que llevan los actores, incluso a los actores mismos, lo que deja escuchar la dimensión de forzamiento, de artificiosidad que tiene la educación sobre el ser humano ‘al natural’, un ser humano entregado a sus pulsiones; como si dijéramos que gracias a la educación, el salvaje originario adquiere una pátina… una máscara que le permite vivir en un mundo civilizado en el que cada uno tiene que renunciar un poco para que todos podamos disfrutar (lo que parece que no está hecho para quienes ahora se niegan a cumplir con las restricciones de la pandemia porque lo importante es no perderse ni una fiestuqui).

Cierto es que el diccionario de la RAE dice que alguien es ‘muy persona’ cuando es prudente y cabal, como se supone que son algunos de los niños y niñas que aparecen dibujados en las viñetas, pero persona, lo que se dice persona, son también quienes tiran los desperdicios al suelo, le arrebatan el juguete al compañero o pisotean las flores. Serán personas maleducadas, pero personas son.

 

*  La viñeta corresponde a una publicación de la profesora de primaria Rosa M Blanco, en Facebook.