En los Equipos de Atención Temprana se ven niños muy afectados. Niños y niñas con procesos hospitalarios, disfunciones, síndromes, carencias… Aunque son muy pequeños, muchos de ellos han pasado por vivencias verdaderamente extremas.

Les preceden enrevesados informes médicos, que, a modo de carta de presentación, perfilan una imagen previa que en alguna medida va a condicionar el primer encuentro con ellos y con sus padres.

Un Equipo de Atención Temprana es una puerta de entrada a unespacio de orientación para muchas familias con niños pequeños; para unas es el puente entre el Hospital y la Escuela; para otras, procedentes de lejanos países, un lugar de acogida y de abrigo. Para todas el sitio en el que pueden sentarse, sentirse escuchados yatendidosdesde la preocupación por sus hijos y el deseo de ayudarles.

Para los profesionales que componen estos equipos es un reto y un continuo descubrimiento de realidades que nunca pueden predecirse del todo, por muchos años que se lleve en ello.

Las familias, y también los profesionales, nos vemos envueltos en siglas que oímos y repetimos sin saber del todo a qué se refieren. Aún así tratamos de informarles, en su actual pasaje en la vida, alteradas como están porque algo le pasa a su hijo. En esta situación harían todo, y le llevarían donde fuera necesario para que recibiera eso que dicen debe recibir: “un tratamiento especial”.

Y así se acercan a nosotros, con ojos de esperanza, y nos cuentan su historia y el desconcierto por el que están pasando, y miran nuestra mirada.

El cuidadodelosvínculostempranossolo es posible desde una red, un entramado, una tribu que cuide de ese pequeño y de la familia que le sostiene: un grupo humano enfrentándose a la tarea de criar. Esa red somos nosotros, los profesionales y los padres. Y si esto es así, ¿cómo podemos tejer red las personas a las que nos competeel cuidado integral del niño y su familia?

Existen diferentes estructuras de orientación en la Comunidad deMadridque no se solapan, sino que tienen repartidas etapas y funciones: Equipo de Atención Temprana, Equipos de OrientaciónEducativayPsicopedagógica,DepartamentosdeOrientación

Los EQUIPOS DE ATENCIÓN TEMPRANA (EAT) están compuestos por orientadores (psicólogos, pedagogos o psicopedagogos), maestros especialistas en Pedagogía Terapéutica, maestros especialistas en Audición y Lenguaje y PTSCs (profesores técnicos de Servicios a la Comunidad).

Tienen esencialmente dos ámbitos de actuación bien diferenciados:

  • El trabajo en Escuelas Infantiles y Casas de Niños de la red pública de la CM.
  • El trabajo en el sector atendiendo a familias y niños en riesgo social o por temas sanitarios. Para esta tarea cuentan con una red de conexión con Hospitales y Centros de Salud de la zona, CATs (Centros de Atención Temprana del INSERSO), Servicios Sociales, Salud Mental, CRECOVI, etc.

Su función principal es actuar como un serviciodeapoyoalasfamilias, aunque siempre es poco el tiempo de que se dispone para el seguimiento de alumnos, especialmente si aún no están escolarizados.

Sobre un EAT recaen una serie de responsabilidades que, teniendo en cuenta la corta edad de la población infantil que atiende, son especialmente delicadas por la influencia que sus actuaciones pueden tener en otras posteriores, llevadas a cabo por otros servicios.

La inquietud que suscita en nosotros la toma decisiones que afectaen gran medida el devenir del niño y sus familias no sólo en el mundo escolar, sino en el desarrollo de su imagen personal, en la forma en la que van a ser tratados, y en su salida al escenario social en general, nos hace entender que debetrabajarseenequipodeunaformainterdisciplinar,y reflexionar bien sobre cada una delas actuaciones que se lleven a cabo en cada caso, de forma singular.

Asesorar a una familia en la tramitación y gestión de recursos que favorezcan el cuidado del menor, a priori podría parecer tarea fácil. Por ejemplo, ayudarles a buscar una plaza escolar, darles información y acompañarles en la tramitación de ayudas económicas, sociales, asistenciales digamos que se podría considerar, dentro de las actuaciones de los profesionales del equipo, una de las más gratificantes. Otra es escucharles en sus preocupaciones, e intentar ayudarles a pensar en qué cosas podrían cambiar para conseguir una mejora en sus dificultades. Esto requiere de una buena formación profesional, y de altas dosis de empatía y tiempo.

En la zona sur de la Comunidad Madrid se llevó a cabo una experiencia fruto de la propuesta del Servicio de Atención Primaria, que fue recogida por una serie de profesionales que se dejaron embarcar en un proyecto que implicó mucho empeño y horas de tarea, y que supuso un punto de inflexión en lo que se refiere al trabajo multidisciplinar en la institución en la que se implementó. Nuestro objetivo: cuidar lo mejor posible a los niños y sus cuidadores, sabiendo que ellos son los protagonistas.

Quedarnos en nuestros recintos cerrados, con la idea de que uno hace lo que puede y que eso que hace es una gota en un mar, a veces consuela y a veces lleva al desánimo. Pero como muy bien sabemos también produce cierta sensación de defensa y protección. Confrontar las formas de trabajar no sólo de los trabajadores dentro de un mismo equipo, sino además con otros profesionales de otros equipos, supone un esfuerzo y un ejercicio de humildad. Para que el proyecto funcionara debía partir de un deseo de crecer, y más que hablar se trataba de escuchar. Así que nos lanzamos, con todas las consecuencias.

Se creó un grupo de trabajo conformado por distintos perfiles profesionales pertenecientes a su vez a distintas instituciones que de diferente manera desarrollan funciones relativas a la atención temprana en la población.

La mesa estaba compuesta por profesionales de Atención Primaria del Hospital de referencia, de Salud Mental, del servicio de Atención Temprana dependiente del INSERSO, de los Servicios Sociales, del Ayuntamiento, así como del Equipo de Orientación General y de Atención Temprana de la zona.

Eso fue hace 10 años. Con el paso del tiempo los profesionales y la composición de la mesa fue cambiando, y aún hoy continúa.

En sus inicios, se llevaron a cabo las siguientes actuaciones:

  • Conocimiento de los protocolos de intervención de las distintas instituciones, en el ámbito de la atención temprana.
  • Análisis de los indicadores de riesgo en la población infantil; cuándo se considera que un caso es derivable, a qué servicios, qué recursos existen en la zona…
  • Reflexión sobre la actuación ante señales de alerta en niños que hagan sospechar riesgo socio-familiar.
  • Reflexión sobre la creación de un protocolo de actuación ante niños prematuros y sus familias.
  • Análisis de casos concretos, información y diseño de intervenciones interinstitucionales.

Las nuevas tecnologías nos permitieron trabajar juntos en documentos donde recogíamos información válida para todos los recursos que asistíamos.

Una de las reflexiones que el EAT quería trasladar a las otras instituciones era la de reivindicarse como ServicioPúblicodeprimeradeteccióndenecesidades, con un conocimiento generalizado de los servicios y recursos generales, educativos y de otra índole, y con una valiosa labor asesora a las familias de niños escolarizados o sin escolarizar.

También se reflexionaba acerca de las numerosas derivaciones de Atención Primaria a los servicios de Neurología, siendo en proporción escasas las que se realizaban al Servicio de Salud Mental. Nos preguntábamos el por qué de los diagnósticos precoces, y qué utilidad podían tener en niños tan pequeños.

Cada componente de la mesa tenía el objetivo de generar pregunta en la institución a la que representa, para concienciar al resto de profesionales de la conveniencia de utilizar esta mesa como recurso, e informar de qué es lo que se está haciendo en cada uno de los espacios, y qué hace falta.

Al principio había muchas reticencias, desconfianzas y tardanzas. A veces había que esperar y esperar y la gente se retrasaba…

Otras veces no se hacía el suficiente intercambio de información o no se rentabilizaba el recurso como hubiera sido deseable.

Pero había mucho trabajo, y eso fue determinante.

Poco a poco la “mesa”, que era como se la denominaba, fue pasando de pequeña mesa camilla a una mesa amplia en la que se posaban cuadernos, agendas, y muchas ganas de avanzar.

De pronto un año se dio por hecha su continuidad, y se permitió un espacio en el plan de actuaciones que se inicia a inicio de curso, con la mayor de las normalidades.

Y ahí está, por supuesto sujeta a cambios, pero reconociendo su existencia y su valor en sí misma, consolidándose como estructura dereflexiónentrelasdiversasinstitucionesqueactuamosenelsector, intercambiando información de forma fluida, favoreciendo el conocimiento mutuo y mejorando en los canales de comunicación entre dichos servicios. Se ha enriquecido sobre todo el enfoque técnico con propuestas de nuevos temas de debate, y la mejora del trabajo en red, que era uno de los objetivos iniciales del grupo.

Algunas personas se fueron, pero cuando se establece una estructura, entonces ésta se hace sólida y trasciende a las personas que la componen, porque queda el poso.

Aprendimos muchas cosas unos de otros, y nos pusimos cara; pusimos cara a tantos nombres que las familias traspasan de mesa en mesa, de puerta en puerta, en su peregrinar. Pudimos unificar puntos de vista y llegar a acuerdos con familias que estaban siendo atendidas en numerosos espacios. Entender las tardanzas, los tiempos, las formas de actuar de unos y otros, compartir impresiones sobre situaciones verdaderamente muy desgarradoras y traumáticas.

A partir de la creación de la mesa fue más fácil contar con informaciones que nos eran necesarias en casos como el que hemos comentado. Además, los propios servicios médicos y sociales empezaron a vernos como un recurso para canalizar o derivar los casos que también a ellos más les preocupaban, y repartirfunciones: unos lo médico, otros lo social, otros lo emocional…Hay tarea para todos.

Como reflexión final, extraemos la siguiente conclusión: en determinados escenarios, sin duda es más fácil caminar cuando sientes que alguien te acompaña.

Susana González, orientadora de Equipos de Atención Temprana en la Comunidad de Madrid.

Albertina Galiano, orientadora de Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica en la comunidad de Madrid.

Comisión de Educación del Fórum Infancias Madrid.

Presentado en las Jornadas de Leganés: “Tendiendo puentes, armando redes: experiencias de intervención en la atención a la infancia, adolescencia y familia”.

HOSPITAL UNIVERSITARIO JOSÉ GERMAIN.

CONSEJERÍA DE SANIDAD.

Octubre de2021